
Síndrome de dispersión pigmentaria
hace 1 mes · Actualizado hace 1 segundo

El Síndrome de Dispersión Pigmentaria (SDP) es una condición ocular. Se caracteriza por la liberación de pigmento del iris hacia otras partes del ojo. Esto puede causar problemas de presión intraocular.
Si la presión intraocular aumenta y daña el nervio óptico, se llama glaucoma pigmentario.
Mecanismo de dispersión del pigmento
Normalmente, el iris y el cristalino están en contacto. Pero en el SDP, el iris se curva hacia atrás. Esto hace que el iris roce con las fibras zonulares.
- Iris en concavidad posterior:
- El iris se curva hacia atrás, rozando con las fibras zonulares.
- Fricción iris-zónulas:
- Este roce hace que se liberen partículas de pigmento del iris.
- Dispersión del pigmento en el humor acuoso:
- El pigmento flota en el humor acuoso y se deposita en la malla trabecular y en la córnea.
- Obstrucción parcial de la malla trabecular:
- El pigmento depositado dificulta el drenaje del humor acuoso, aumentando la presión intraocular.
Epidemiología y factores de riesgo
- Edad y sexo: Se diagnostica más comúnmente en adultos jóvenes o de mediana edad. Se ve más en varones, aunque también en mujeres.
- Refracción: A menudo, se asocia con personas miopes.
- Genética: Se han encontrado casos familiares, pero no hay un patrón genético claro.
- Ejercicio y actividad física: El ejercicio vigoroso puede aumentar la liberación de pigmento y la presión intraocular.
Manifestaciones clínicas
En fases tempranas, el SDP puede ser asintomático. Pero puede presentar características específicas:
- Signos detectados en la lámpara de hendidura:
- Huso de Krukenberg: Se ve un huso vertical en la córnea, causado por el movimiento del humor acuoso.
- Transiluminación del iris: Al iluminar el iris por detrás, se ven áreas claras en la parte media y periférica.
- Pigmentación marcada del trabeculum: En la gonioscopia, el ángulo de drenaje se ve más oscuro que normal.
- Zentmayer ring (o anillo de Scheie): Se observan depósitos de pigmento en la zónula o en la cápsula anterior del cristalino.
- Cambios en la presión intraocular (PIO):
- La PIO puede subir temporalmente, especialmente después de hacer ejercicio o dilatar los ojos.
- Con el tiempo, algunos desarrollan glaucoma pigmentario, con presión alta y riesgo de daño al nervio óptico.
- Síntomas inespecíficos:
- Algunos sienten que la visión se vuelve borrosa o ven halos alrededor de las luces cuando la PIO sube rápidamente.
- En las fases iniciales, a menudo no hay síntomas.
Diagnóstico
El diagnóstico se hace mediante la exploración oftalmológica:
- Medición de la PIO (tonometría): Se mide la presión ocular para ver si está alta, especialmente después de hacer ejercicio.
- Biomicroscopía con lámpara de hendidura:
- Se busca el huso de Krukenberg y otros signos de dispersión pigmentaria en la córnea.
- Gonioscopia:
- Se examina el ángulo de drenaje para ver la pigmentación y la estructura de la cámara anterior.
- Examen del nervio óptico:
- Con oftalmoscopia o biomicroscopía de polo posterior, se busca daño temprano en el nervio óptico.
- Campo visual:
- Se hace perimetría para encontrar defectos que podrían ser signos de glaucoma en etapas tempranas.
Evolución hacia el Glaucoma Pigmentario
No todos los pacientes con SDP desarrollan glaucoma. Pero, alrededor de un 25–35% puede tener glaucoma pigmentario con el tiempo. Este glaucoma se caracteriza por presión alta crónica que daña el nervio óptico y causa pérdida de visión. Los factores que aumentan el riesgo son:
- Presencia continua de frotamiento iris-zónulas.
- Miopía alta.
- Antecedentes familiares de glaucoma.
- Incrementos bruscos de la PIO tras el ejercicio.
Tratamiento
El tratamiento del Síndrome de Dispersión Pigmentaria varía según varios factores. Estos incluyen la presión intraocular, la salud del nervio óptico y los síntomas del paciente:
- Observación y seguimiento:
- Si la presión intraocular es normal y no hay daño estructural, se recomienda seguir de cerca al paciente. Esto incluye exámenes de presión, gonioscopia y evaluación del campo visual.
- Tratamiento médico (colirios para glaucoma):
- Betabloqueantes como el timolol ayudan a bajar la presión intraocular.
- Inhibidores de la anhidrasa carbónica y agonistas alfa-2 se usan en combinación para mejorar el control de la presión.
- Pilocarpina disminuye la concavidad del iris, pero puede causar visión borrosa a corta distancia. No es ideal para todos.
- Laser trabeculoplastia:
- La trabeculoplastia con láser (ALT/SLT) mejora el drenaje del humor acuoso. Esto puede ayudar a reducir la liberación de pigmento en la malla trabecular.
- Iridotomía periférica láser:
- Esta técnica puede cambiar la posición del iris. Se crea una pequeña apertura para equilibrar la presión entre la cámara anterior y posterior.
- La efectividad varía. En algunos casos, se reduce la liberación de pigmento, pero no siempre.
- Cirugía de glaucoma:
- Se considera en casos avanzados o cuando no responde al tratamiento médico y láser. Se pueden realizar trabeculectomías, implantes de drenaje o cirugías mínimamente invasivas (MIGS).
Consejos y prevención de progresión
- Evitar o moderar ejercicios muy intensos si crees que aumentan la presión intraocular y liberación de pigmento.
- Es importante tener revisiones periódicas con el oftalmólogo. Esto ayuda a detectar cambios tempranos en la presión intraocular y en el nervio óptico.
- Controlar otros factores de riesgo cardiovasculares y sistémicos que puedan afectar la circulación ocular.
- Si experimentas síntomas inusuales como visión de halos de colores, dolores oculares o cambios en la agudeza visual, avísale a tu médico.
Pronóstico
- En muchos pacientes, el SDP permanece estable por años sin progresar a glaucoma.
- Cuando evoluciona a glaucoma pigmentario, el pronóstico depende del control temprano de la PIO. Una intervención oportuna (médica o quirúrgica) puede frenar el daño al nervio óptico y mantener una buena calidad visual.
- El seguimiento regular y la adherencia al tratamiento constituyen los factores más importantes para conservar la visión a largo plazo.
Conclusión
El Síndrome de Dispersión Pigmentaria es una alteración que puede dañar la visión. Se debe a la liberación de pigmento iris en el ángulo camerular. Esto puede elevar la PIO y dañar el nervio óptico.
Es crucial reconocer los signos clínicos y hacer un seguimiento oftalmológico periódico. Esto ayuda a prevenir o detectar a tiempo el glaucoma pigmentario. Con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, se puede mantener la visión y frenar el daño ocular.
Aviso de responsabilidad
La información proporcionada es de carácter general y no sustituye la evaluación médica. Ante cualquier síntoma ocular o si se sospecha de un síndrome de dispersión pigmentaria, se recomienda acudir a un oftalmólogo. Así se puede obtener una valoración individualizada y un plan terapéutico adecuado.
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