Queratoconjuntivitis seca: Síntomas y Tratamiento
hace 1 semana · Actualizado hace 4 días
La queratoconjuntivitis seca es una condición que afecta la superficie ocular. Esto ocurre cuando no hay suficiente lubricación. Esto puede causar molestias y daños en la córnea si no se trata a tiempo.
1. ¿Por qué sucede?
El ojo seco puede ser causado por dos razones principales o una combinación de ellas:
- Disminución de la producción lagrimal (deficiencia acuosa)
- Las glándulas lagrimales no producen suficiente lágrima.
- Esto puede ser debido a trastornos autoinmunes, cambios hormonales o el envejecimiento.
- Excesiva evaporación de la lágrima (forma evaporativa)
- Esto suele estar relacionado con disfunción de las glándulas de Meibomio.
- El uso prolongado de pantallas y ambientes con aire acondicionado también contribuyen.
2. Factores de riesgo
- Edad: La producción de lágrimas disminuye con el tiempo.
- Género: Las mujeres tienen más riesgo, especialmente después de la menopausia.
- Uso de lentes de contacto: Puede causar una mayor evaporación de lágrimas.
- Cirugía refractiva: Procedimientos como LASIK pueden afectar la producción de lágrimas.
- Enfermedades autoinmunes: Síndrome de Sjögren, artritis reumatoide, lupus.
- Hábitos y entorno: Ambientes secos y uso excesivo de pantallas son riesgos.
- Medicamentos: Algunos antidepresivos y medicamentos para el acné pueden disminuir la producción de lágrimas.
3. Síntomas y signos
- Sensación de arenilla o cuerpo extraño (“tener arena en los ojos”).
- Picor o ardor.
- Enrojecimiento leve y/o irritación de los ojos.
- Visión borrosa transitoria, que mejora al parpadear.
- Ojos llorosos de manera paradójica, porque la irritación puede estimular una producción refleja de lágrimas (aunque estas no son de buena calidad).
- Fotofobia (molestia a la luz), en casos más avanzados.
4. Diagnóstico
- Evaluación clínica
- El oftalmólogo usa una lámpara de hendidura para examinar la superficie ocular y los párpados.
- Pruebas específicas
- Test de Schirmer: Mide cuántas lágrimas se producen en un tiempo determinado.
- Tinción con fluoresceína y verde lisamina: Ayuda a encontrar áreas dañadas en la córnea o conjuntiva por falta de humedad.
- Tiempo de ruptura lagrimal (BUT): Mide cuánto tiempo tarda la lágrima en romperse tras un parpadeo. Un tiempo corto indica problemas de estabilidad de la lágrima.
- Valoración de las glándulas de Meibomio
- Se observa la calidad del componente lipídico y si hay obstrucción o inflamación (meibomitis).
5. Tratamiento
El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas, reducir la inflamación y mejorar la estabilidad de la lágrima:
- Lágrimas artificiales
- Gotas o geles lubricantes (sin conservantes en casos de uso frecuente) para reponer la humedad.
- Medidas de higiene palpebral
- Compresas calientes y limpieza de párpados para mejorar la función de las glándulas de Meibomio.
- Masajes palpebrales suaves para facilitar la salida del componente lipídico.
- Fármacos antiinflamatorios
- Colirios con ciclosporina o lifitegrast (en algunos países) para disminuir la inflamación de la superficie ocular.
- Corticoides tópicos de baja potencia, utilizados a corto plazo si la inflamación es muy intensa (bajo supervisión médica).
- Taponamiento de puntos lagrimales
- Pequeños tapones (punctal plugs) que bloquean el drenaje de las lágrimas, ayudando a que permanezcan más tiempo en la superficie ocular.
- Cambios en el estilo de vida
- Hidratarse adecuadamente y mantener una dieta rica en ácidos grasos omega-3 (pescado azul, semillas de lino, etc.), que mejoran la calidad de la lágrima.
- Ajustar la posición de las pantallas para parpadear con mayor frecuencia y utilizar descansos visuales (regla 20-20-20).
- Controlar la humedad del ambiente, evitar corrientes de aire directo (aire acondicionado, calefacción).
- Suero autólogo
- En casos graves, se emplean colirios de suero autólogo que contienen factores de crecimiento y componentes biológicos para favorecer la regeneración de la córnea.
6. Consejos para el día a día
- Proteger los ojos de ambientes secos o con polvo con gafas de sol envolventes.
- Parpadear con frecuencia, sobre todo al leer o usar ordenadores y móviles.
- Descansar la vista cada 20 minutos mirando a lo lejos por al menos 20 segundos (regla 20-20-20).
- Llevar siempre un colirio de lágrimas artificiales en ambientes con aire acondicionado/calefacción o en viajes aéreos.
- Evitar el humo del tabaco, que empeora el ojo seco.
Conclusión
La queratoconjuntivitis seca afecta mucho la calidad de vida. Es importante diagnosticarla pronto y cuidarla bien. Así se mejoran los síntomas y se evitan problemas mayores. Si los síntomas no mejoran, es crucial ver a un oftalmólogo para una terapia adecuada.
¿La sufren los perros?
La KCS en perros ocurre cuando no producen suficiente lágrima o la lágrima es de mala calidad. Esto causa irritación y problemas en la córnea y conjuntiva. Puede llevar a enrojecimiento, secreción y daños en la córnea si no se trata.
2. Causas frecuentes en perros
- Orígenes inmunomediados:
- El sistema inmune del perro ataca las glándulas lagrimales, reduciendo su capacidad de producir lágrimas.
- Uso de ciertos medicamentos:
- Algunas drogas (sulfonamidas, por ejemplo) pueden desencadenar o agravar la KCS.
- Enfermedades sistémicas:
- Hipotiroidismo u otras alteraciones hormonales.
- Alteraciones de la glándula lagrimal, que pueden ser secundarias a infecciones o inflamaciones crónicas.
- Traumatismos o cirugías alrededor de la órbita o del tercer párpado:
- Puede afectar de manera permanente la producción lagrimal.
- Edad y razas propensas:
- Es más común en perros de mediana o avanzada edad.
- Algunas razas con predisposición: Cocker Spaniel, Bulldog, West Highland White Terrier, Shih Tzu, Lhasa Apso, entre otras.
3. Signos y síntomas en perros
- Secreción ocular espesa y pegajosa (mucosa o mucopurulenta).
- Ojos enrojecidos, con signos de irritación e inflamación (conjuntivitis).
- Parpadeo frecuente o entrecerrar los ojos debido a la molestia.
- Opacidad corneal si la queratoconjuntivitis seca es crónica o severa.
- El perro puede frotarse los ojos con frecuencia, manifestando incomodidad.
4. Diagnóstico
- Prueba de Schirmer: Se coloca una tira especial en el párpado inferior para medir la cantidad de lágrima producida durante un minuto.
- Examen veterinario de córnea: Con lámpara de hendidura o tinción con fluoresceína para detectar posibles úlceras corneales.
5. Tratamiento
- Colirios o pomadas con fármacos inmunomoduladores
- Ciclosporina o tacrolimus: ayudan a reducir la inflamación y mejorar la función de la glándula lagrimal.
- Lágrimas artificiales
- Para lubricar la córnea y aliviar la irritación, a menudo de uso frecuente y prolongado.
- Higiene ocular
- Limpieza suave de las secreciones para evitar infecciones secundarias.
- Antibióticos o antiinflamatorios
- En caso de infección o inflamación aguda.
- Cirugía (último recurso)
- Existen técnicas quirúrgicas para desviar el conducto parotídeo hacia el ojo (cirugía de transposición del ducto parotídeo), pero se reservan para casos muy resistentes al tratamiento médico.
6. Pronóstico y cuidados
- Requiere tratamiento crónico: La mayoría de los perros con KCS necesitan terapia de por vida para mantener una lubricación adecuada.
- Control veterinario regular: Revisiones periódicas para ajustar el tratamiento y valorar la salud corneal.
- Buena respuesta si se trata a tiempo: Muchos perros mejoran significativamente con el uso constante de colirios adecuados.
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