nervio optico
hace 3 semanas · Actualizado hace 3 semanas

El papiledema representa una de las urgencias oftalmológicas más críticas que puede enfrentar cualquier persona. Esta condición, caracterizada por la inflamación del disco óptico debida al aumento de la presión intracraneal, requiere atención médica inmediata para preservar la visión.
- Qué es el papiledema
- Fisiopatología del papiledema
- Causas principales del papiledema
- Clasificación clínica del papiledema
- Síntomas del papiledema
- Diagnóstico del papiledema
- Diagnóstico diferencial
- Tratamiento del papiledema
- Complicaciones del papiledema
- Pronóstico y seguimiento
- Prevención del papiledema
- Impacto en la calidad de vida
- Nuevas perspectivas en el tratamiento
- Conclusión
Qué es el papiledema
El papiledema es la inflamación bilateral del disco óptico secundaria a hipertensión intracraneal. A diferencia de otras patologías del nervio óptico, siempre es bilateral, aunque puede presentarse de forma asimétrica entre ambos ojos. Ocurre cuando el líquido cefalorraquídeo transmite la presión elevada hacia la cabeza del nervio óptico a través del canal óptico.
Fisiopatología del papiledema
El nervio óptico está rodeado por una vaina que contiene líquido cefalorraquídeo. Cuando aumenta la presión intracraneal, este líquido comprime el nervio, genera congestión venosa y edema, y compromete el flujo axoplásmico. El resultado es la elevación característica del disco óptico visible en el examen oftalmoscópico.
Causas principales del papiledema
Tumores cerebrales
Las masas intracraneales ocupan espacio y elevan progresivamente la presión intracraneal.
Hidrocefalia
La acumulación anormal de LCR en las cavidades cerebrales puede provocar hipertensión intracraneal severa, congénita o adquirida.
Traumatismo craneoencefálico
Hematomas epidurales y subdurales tras traumatismos pueden causar compresión cerebral y aumento súbito de la presión.
Hemorragias intracraneales
Incluyen la hemorragia subaracnoidea y otros sangrados que incrementan la presión intracraneal.
Infecciones del sistema nervioso central
Meningitis y encefalitis inflaman estructuras y alteran la circulación del LCR.
Malformaciones vasculares
Las malformaciones arteriovenosas alteran el flujo sanguíneo y favorecen la hipertensión intracraneal.
Hipertensión intracraneal idiopática
También llamada pseudotumor cerebri, presenta presión intracraneal elevada sin causa identificable.
Clasificación clínica del papiledema
Papiledema incipiente
Agudeza visual preservada con hallazgos como hiperemia leve, bordes mal definidos, pérdida de pulsación venosa espontánea y elevación mínima con excavación fisiológica conservada. El sector nasal suele afectarse primero, seguido por los sectores superior e inferior.
Papiledema establecido
Edema marcado del disco, hemorragias peripapilares, exudados algodonosos, pliegues coroideos y manchas de Paton.
Papiledema crónico
Palidez progresiva del disco, atrofia de fibras nerviosas, defectos permanentes del campo visual y reducción de agudeza visual.
Papiledema atrófico
Atrofia óptica secundaria con disco pálido y elevado, y pérdida visual significativa e irreversible.
Síntomas del papiledema
Síntomas visuales
Oscurecimientos visuales transitorios, visión borrosa intermitente, diplopía, fotopsias, defectos del campo visual y pérdida visual progresiva.
Síntomas neurológicos
Cefalea intensa (especialmente matutina), náuseas y vómitos, alteraciones de conciencia, rigidez nucal en meningitis, convulsiones y cambios de personalidad.
Diagnóstico del papiledema
Examen oftalmoscópico
Elevación y borrosidad del disco, congestión vascular, hemorragias retinianas y exudados.
Angiografía fluoresceínica
Dilatación capilar en el disco, extravasación del colorante y alteraciones de perfusión.
Tomografía de coherencia óptica (OCT)
Cuantifica el grosor de la capa de fibras nerviosas y la elevación del disco, útil para el seguimiento.
Neuroimagen
Resonancia magnética y tomografía computarizada para identificar masas, hidrocefalia, signos de hipertensión intracraneal y alteraciones estructurales.
Punción lumbar
Permite medir la presión del LCR y analizar su composición.
Diagnóstico diferencial
Pseudopapiledema
Drusas del nervio óptico, disco óptico inclinado, hipermetropía alta y mielinización anómala de fibras.
Neuropatía óptica anterior isquémica
Déficit visual súbito y generalmente unilateral, a diferencia del papiledema.
Papilitis: signos y tratamiento
Inflamación del disco con pérdida visual significativa desde el inicio, a diferencia del papiledema incipiente.
Neuritis óptica y esclerosis múltiple
Habitualmente unilateral y asociada a dolor ocular al movimiento; el papiledema es bilateral y no doloroso.
Tratamiento del papiledema
Tratamiento de la causa subyacente
Tumores cerebrales
Resección cuando es posible, radioterapia, quimioterapia según histología y corticosteroides para reducir edema.
Hidrocefalia
Derivación ventriculoperitoneal, ventriculostomía endoscópica o derivación lumboperitoneal.
Infecciones del SNC
Antibióticos, antivirales o antifúngicos específicos; considerar corticosteroides para la inflamación.
Tratamiento de la hipertensión intracraneal idiopática
Medidas conservadoras
Pérdida de peso en obesidad, restricción de sodio, ejercicio supervisado y suspensión de fármacos que eleven la PIC.
Tratamiento farmacológico
Acetazolamida (reduce producción de LCR), furosemida, topiramato y uso restringido de corticosteroides en casos severos.
Intervenciones quirúrgicas
Fenestración de la vaina del nervio óptico, derivación lumboperitoneal o ventriculoperitoneal en casos refractarios.
Complicaciones del papiledema
Pérdida visual permanente
Atrofia óptica secundaria con pérdida irreversible, incluso con tratamiento si la presión se mantiene elevada.
Defectos del campo visual
Aumento de la mancha ciega, defectos arqueados, constricción concéntrica y hemianopsias en casos severos.
Pronóstico y seguimiento
Depende de la rapidez diagnóstica, eficacia del tratamiento causal, duración de la hipertensión intracraneal y grado de atrofia óptica.
Seguimiento oftalmológico
Controles regulares, campos visuales seriados, OCT y fotografías del fondo de ojo.
Monitorización neurológica
Evaluación periódica, neuroimagen de seguimiento y medición de la presión intracraneal cuando sea necesario.
Prevención del papiledema
Control de factores de riesgo
Mantener peso saludable, controlar la hipertensión arterial, uso responsable de medicaciones y consulta precoz ante síntomas neurológicos.
Detección temprana
Revisiones oftalmológicas regulares para identificar cambios sutiles y derivar oportunamente.
Impacto en la calidad de vida
Limitaciones funcionales
Dificultades para la lectura, conducción, desempeño laboral y actividades deportivas.
Aspectos psicológicos
Ansiedad por la pérdida visual, depresión, estrés familiar y preocupación por el pronóstico.
Nuevas perspectivas en el tratamiento
Terapias emergentes
Inhibidores de anhidrasa carbónica de nueva generación, moduladores de presión intracraneal y terapias neuroprotectoras.
Tecnología diagnóstica avanzada
OCT de alta resolución, angiografía OCT, inteligencia artificial para análisis de imágenes y biomarcadores séricos y de LCR.
Conclusión
El papiledema es una emergencia oftalmológica que requiere reconocimiento inmediato y manejo multidisciplinario. La detección temprana, el tratamiento de la causa subyacente y el seguimiento cuidadoso son fundamentales para preservar la visión y mejorar el pronóstico. Con los avances diagnósticos y terapéuticos actuales, muchos pacientes pueden mantener una función visual satisfactoria cuando reciben atención oportuna y adecuada.
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