Miope: Clasificación y corrección

hace 4 años · Actualizado hace 4 años

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El miope tiene un alargamiento progresivo del globo ocular, que hace que los objetos queden enfocados por delante de la retina. Es necesaria la corrección óptica (con gafas o lentes de contacto) para conseguir una correcta visión.

La miopía alta (por encima de 6 dioptrías) ya no es sencillamente un problema refractivo, sino que se considera una enfermedad ocular.

El alargamiento progresivo del globo ocular provoca también elongación de todas sus estructuras, incluida la retina, que queda adelgazada.

El adelgazamiento es mayor cuantas más dioptrías tenga el paciente.

El miope es una verdadera fuente de patología ocular, con el agravante de la DMAE sobre las personas mayores.

Los desprendimientos de retina, las cataratas, el glaucoma, y la patología macular son particularmente frecuentes en las personas con miopía alta.

La miopía alta y sus complicaciones son la primera causa de afiliación a la ONCE.

Índice
  1. Miope: Características
    1. Miope: Clasificaciones
    2. Lasik y la miopía:
    3. Ceguera en los miopes:

Miope: Características

Un ojo miope enfoca las imágenes por delante de la retina, con lo cual origina la formación de una imagen borrosa.

El ojo puede ser miope por tener un eje anteroposterior más largo de lo normal (>22mm) y/o tener una curvatura corneal mayor de lo normal.

Aunque más raramente, también pueden haber miopías inducidas por alteraciones del cristalino.

La miopía conlleva una disminución de la agudeza visual lejana.

Las miopías bajas sólo originan un déficit visual sin otras alteraciones.

Las miopías elevadas (>6 dioptrías) suelen ser hereditarias, aparecen en la infancia y van progresando hasta los 20-25 años.

Este tipo de miopía siempre cursa con un déficit visual importante y se asocia a anomalías oculares que pueden acabar provocando ceguera.

El excesivo trabajo de cerca puede condicionar su aparición en personas mayores de 25-30 años.

Las cataratas seniles pueden provocar miopía por un incremento del índice de refracción del cristalino.

Está demostrado que existe un factor genético que favorece el desarrollo de la miopía.

Según algunos estudios, la probabilidad de ser miope si uno de los dos padres lo sufre, es del 25%, y si los dos padres son miopes, sube al 45%.

Se considera que sólo el 10% de los niños miopes, tienen padres emétropes.

Según una encuesta realizada en España en los años 1996 y 1997 entre 2000 niños y adolescentes, al terminar el bachillerato existían un 26% de miopes, y en la universidad el porcentaje ascendía hasta el 60%.

Estos datos coinciden con los de otros estudios realizados en Francia y Estados Unidos.

Se considera que en la raza caucásica, la prevalencia de la miopía es del 10-15% de la población adulta.

En las razas orientales, esta cifra se multiplica por cuatro.

Miope: Clasificaciones

Existen varias clasificaciones, pero la más usada es:

  • Miopía simple: El error refractivo del ojo es  menor de 6 dioptrías. No existen alteraciones oculares destacables.
  • Miopía patológica o degenerativa: El error refractivo es mayor de 6 dioptrías, lo que habitualmente se correlaciona con un eje anteroposterior mayor de 26 mm.

Existen alteraciones intraoculares importantes que pueden acabar provocando ceguera.

Miope: Tratamientos

La miopía se corrige con lentes cóncavas, divergentes o negativas que enfoquen correctamente en la retina la imagen que se forma por delante suyo.

Cuanto mayor sea, mayor número de dioptrías se requerirán para corregirla.

La gafa en el miope presenta el inconveniente estético, el del peso (graduaciones elevadas) y el inconveniente derivado de las distintas aberraciones ópticas que pueden producir, lo que redunda negativamente en la calidad visual del paciente.

Las lentes de contacto son más estéticas, no pesan, producen menos aberraciones ópticas y pueden usarse en actividades como el deporte, donde es más problemático el uso de gafas.

No obstante, presentan varios inconvenientes.

En primer lugar deben cuidarse y manipularse con esmero, así como renovarse con frecuencia.

Por otro lado, al contactar directamente con la superficie ocular, pueden producir infecciones, inflamaciones, alergias y ulceraciones.

Estas anomalías, de producirse, son potencialmente graves, requiriendo interrumpir el uso de lentes de contacto (a veces para siempre) y administrar medicaciones tópicas por parte del médico oftalmólogo, quien supervisará la enfermedad hasta su resolución.

Lasik y la miopía:

Últimamente hemos asistido a un auténtico boom de distintas técnicas quirúrgicas para la corrección del miope. Por su importancia destacaremos dos:

  • LASIK. Siglas de keratomileusis in situ asistida por láser. El objetivo de esta técnica es provocar una ablación del tejido corneal en su parte central proporcional al número de dioptrías que queremos corregir.

Con ello se reduce la curvatura corneal y por tanto su poder refractivo, con lo que lograremos un adecuado enfoque de las imágenes en la retina.

Debemos saber que la córnea, en su parte central, tiene un grosor medio de 500 micras, y que por cada dioptría que queramos corregir ablacionaremos unas 20 micras de media.

Dado que el grosor corneal después de aplicar el láser no puede ser inferior a 400 micras, de ello se deduce que con esta técnica.

No podremos corregir satisfactoriamente miopes superiores a 8-10 dioptrías. Esta cirugía es fácil de realizar y está muy mecanizada.

Se practica con anestesia tópica, sin necesidad de sutura, en apenas 10 minutos los dos ojos.

Tras la intervención el paciente puede reincorporarse rápidamente a su vida normal.

Como inconvenientes, algunos pacientes se quejan tras la cirugía de perder calidad visual, lo cual puede ser irreversible.

También puede producirse mala visión nocturna, sequedad ocular, y visión de halos y destellos. Por todo ello es fundamental informar correctamente al paciente antes de la intervención.

  • LENTES FAQUICAS. Esta técnica consiste en la implantación de una lente en el interior del globo ocular, bien por delante o por detrás del iris, con la intención de corregir la miopía.

Las lentes que más se utilizan son de silicona o de material acrílico.

Esta técnica se utiliza para corregir quirúrgicamente miopes de más de 8-10 dioptrías.

Se practica con anestesia tópica, habitualmente sin sutura, en poco más de diez o quince minutos los dos ojos.

Presenta el inconveniente respecto al Lasik de que debemos entrar en el globo ocular, haciendo una incisión corneal de espesor completo.

Como efectos secundarios principales puede favorecer el desarrollo de catarata y glaucoma (aumento de presión intraocular).

Complicaciones en el miope alto:

La miopía patológica o degenerativa se asocia a una serie de alteraciones oculares potencialmente graves, que pueden acabar produciendo la ceguera.

Estas alteraciones principalmente afectan a la retina, que es la capa de tejido nervioso del ojo, donde los estímulos lumínicos se transforman en impulsos nerviosos, que serán conducidos por las vías ópticas hasta el cerebro.

- Las principales complicaciones son las siguientes:

  • Degeneración vítrea. El gel vítreo de los miopes importantes suele estar licuado y desorganizado, lo que ocasiona la visión de moscas volantes.

Este gel vítreo degenerado facilita que se originen tracciones anómalas sobre la retina que pueden acabar desarrollando un desprendimiento de retina.

  • Desprendimiento de retina. El ojo del miope alto suele tener zonas retinianas periféricas degeneradas, que junto al vítreo degenerado, pueden favorecer el desarrollo de un desprendimiento de retina.

Esta enfermedad es muy grave para el ojo. Requiere cirugía urgente y los resultados funcionales no son siempre satisfactorios aunque consigamos una buena reparación anatómica.

  • Placas de atrofia de la retina y la coroides. La miopía elevada favorece la aparición de placas de atrofia de la retina y de la coroides (capa nutricia del ojo contigua a la retina).

Si estas placas afectan a la zona macular (centro de la retina y zona de máxima agudeza visual) la visión puede quedar muy comprometida.

No existen tratamiento en la actualidad para esta complicación.

  • Agujero macular. En el miope alto puede desarrollarse un agujero de espesor completo en la mácula, lo que conlleva un déficit visual muy importante para el paciente.

Este agujero macular puede acompañarse o no de un desprendimiento de retina.

La solución, no siempre satisfactoria, es quirúrgica.

  • Neovascularización coroidea. Es una de las complicaciones más graves y frecuentes asociadas a la miopía patológica. Vamos a verla por separado.
Neovascularización coroidea (NVC).

Recordemos que en el miope patológico el defecto óptico es mayor de 6 dioptrías y el ojo está claramente elongado, con una longitud axial que suele ser mayor de 26 mm, cuando lo normal es que no supere los 22 mm.

Como consecuencia de esta elongación anómala, las distintas capas del ojo y en especial la retina, están sometidas a unas fuertes tensiones que pueden favorecer la aparición de estrías y agujeros.

Además, estos ojos suelen tener un compromiso circulatorio importante, siendo así frecuente la aparición de zonas de isquemia (sin oxígeno).

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Gafas de miope.

A nivel de la mácula (responsable de la visión central), el binomio estrías-isquemia favorece el crecimiento de unos neovasos que se originan en la coroides (neovascularización coroidea), que en su crecimiento destruyen el tejido retiniano suprayacente.

Este proceso es irreversible, y sino se detiene, conduce a la pérdida de visión central y, por tanto, a la ceguera.

Ceguera en los miopes:

La NVC es la principal causa de ceguera legal en los pacientes miopes patológicos.

Se estima que el 3% de la población europea tiene miopía patológica, y de éstos, entre un 5 y un 10% desarrollan NVC.

En general, se puede afirmar que la NVC secundaria es la principal causa de ceguera legal en personas menores de 50 años en los países del mundo occidental.

La NVC en estos casos es frecuentemente bilateral, aunque a menudo asimétrica.

Los pacientes afectos suelen notar distorsión en la percepción de las imágenes (ven las líneas rectas torcidas), lo que se denomina metamorfopsia.

Más adelante ven manchas que ocupan el centro del campo visual (escotomas centrales), y finalmente acaban perdiendo totalmente la visión central, lo que les invalida para llevar una vida normal.

Este hecho es especialmente dramático teniendo en cuenta que se trata de personas jóvenes, con un alto nivel de actividad.

En la exploración de fondo de ojo, la NVC suele aparecer como una mancha grisáceo-verdosa en el área macular de la retina, de límites bastante bien definidos.

No suele haber un componente exudativo-hemorrágico demasiado importante, a diferencia de otras enfermedades que también cursan con NVC, como la degeneración macular asociada a la edad.

La angiografía fluoresceínica (AGF) es la principal exploración complementaria utilizada para confirmar el diagnóstico en estos pacientes. También se emplea para evaluar la eficacia del tratamiento.

En la AGF, la NVC del miope patológico aparece como una zona hiperfluorescente bien definida en fases iniciales, que se difumina en fases tardías por la presencia de exudación.

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