Miasis Ocular: Dudas y Tratamiento

hace 2 días · Actualizado hace 3 segundos

Miasis Ocular

Las miasis oculares se deben a larvas de dípteros. Estas larvas pueden vivir en humanos o animales. Se adhieren a los párpados, la conjuntiva o incluso entran directamente.

EspecieHospedero habitualTipo de miiasisNota clave
Oestrus ovisOvejasExterna (conjuntival)Larvas vivas (interóficas), no penetran
Chrysomya bezzianaGanado, humanoObligada, agresivaPenetran tejidos sanos, miiasis cavitaria
Cochliomyia hominivoraxBovinos, humanoObligada profundaDestruye tejido necrótico y vivo
Lucilia sericataGanado, restos orgánicosFacultativaPrefiere necrosis, menos invasiva
  1. Oviposición / Larviposición

    • Oestrus ovis larvipone cerca de los márgenes palpebrales; las larvas 1.º estadio se adhieren a la conjuntiva y se mueven en el saco conjuntival.

    • C. bezziana y C. hominivorax depositan huevos en heridas o mucosas húmedas; tras eclosionar, las larvas penetran el tejido sano.

  2. Desarrollo larvario

    • Estadio L1 (1–2 días): larvas muy móviles, que se alimentan de secreciones y células superficiales.

    • Estadio L2 (2–4 días): crecen rápidamente; comienzan a secretar proteasas que digieren tejido.

    • Estadio L3 (4–7 días): alcanzan tamaño máximo (8–12 mm), perforan más profundamente y preparan salida para pupar.

  3. Pupación y adultación

    • Tras salir del huésped, pupan en el suelo y emergen como moscas adultas en 1–3 semanas, completando el ciclo.

Índice

2. Patogenia y respuesta tisular a la miasis oculares

  • Reacción inflamatoria aguda: al inicio predomina infiltrado de neutrófilos y edema conjuntival.

  • Liberación de proteasas y colagenasas: las larvas secretan enzimas para degradar matriz extracelular, provocando úlceras corneales o necrosis tarsal.

  • Formación de granulomas: en infestaciones subagudas, macrófagos y fibroblastos intentan encapsular larvas parcialmente enterradas, dando nódulos de granulación.

  • Riesgo de sobreinfección bacteriana: el tejido dañado y restos larvarios favorecen el crecimiento bacteriano (p. ej. Staphylococcus aureus, Pseudomonas aeruginosa).

3. Clasificación clínica más exhaustiva

  1. Miasis oculares externa conjuntival

    • Las larvas solo están en la conjuntiva bulbar o tarsal.

    • Los síntomas incluyen prurito intenso, lagrimeo y sensación de movimiento. También hay folículos conjuntivales.

  2. Miasis corneal (úlcero larvario)

    • Las larvas entran al epitelio y estroma, causando úlceras. Estas tienen bordes mal definidos y se ven larvas en el estroma superficial.

    • Hay riesgo de perforación y queratitis severa. Si no se trata, puede convertirse en una úlcera perforante.

  3. Miasis palpebral y tarsal oculta

    • Las larvas crecen bajo la conjuntiva tarsal, formando pápulas o nódulos móviles.

    • Pueden parecerse a un chalazión. Al levantar el párpado, se ven las larvas escondidas.

  4. Miasis orbital profunda

    • Las larvas migran al tejido adiposo orbitario, músculos extraoculares y glándula lacrimal.

    • Los síntomas incluyen proptosis dolorosa, edema palpebral intenso y restricción ocular. Hay riesgo de trombosis de senos cavernosos.

4. Diagnóstico diferencial

  • Conjuntivitis alérgica o folicular

  • Chalazión atípico o granuloma piogénico

  • Úlcera bacteriana flictenular

  • Ojo seco severo con epífora

  • Neoplasias superficiales (en miasis oculta)

Si hay duda, se debe hacer examen micológico directo de las larvas. En el caso de úlceras corneales, se toma un rasurado con cuchilla de Kimura para ver el estadío larvario.

5. Abordaje terapéutico para la miasis oculares paso a paso

  1. Preparación y analgesia

    • Anestesia tópica con tetracaína al 0,5% o proparacaína.

    • Si la miiasis es profunda u orbital, se usa sedación y analgesia sistémica (ketamina, fentanilo).

  2. Extracción mecánica metódica

    • Con pinzas de microcirugía sin espinas, se retiran una a una, comenzando por las más superficiales.

    • Se documenta número y estadío.

  3. Limpieza y desbridamiento

    • Irrigación con suero salino abundante.

    • Se eliminan restos de tejido necrosado; colutorio con povidona yodada al 5%.

  4. Ivermectina sistémica

    • Cuando hay riesgo de larvas residuales o migración; dosis única de 200 μg/kg VO, repetir a los 3–5 días.

    • Eficaz contra larvas de segundo y tercer estadio; en orbital y profundo, reduce la viabilidad.

  5. Antibióticos tópicos y sistémicos

    • Tópicos: moxifloxacino 0,5% c/6 h durante 7–10 días.

    • Orales: amoxicilina-clavulánico 875/125 mg c/12 h por 7–14 días si hay celulitis orbitario o sobreinfección.

  6. Corticoterapia

    • Colirios de prednisolona al 1% c/id para miopsis leve, evitando en úlcera corneal profunda.

  7. Cirugía reconstructiva

    • En perforaciones corneales: queratoplastia penetrante urgente o parche escleral.

    • En miiasis orbitaria: orbitotomía para extracción de larvas intraconales y drenaje de abscesos.

  8. Seguimiento estricto

    • Control a 24–48 h: descartar larvas remanentes en la miasis oculares.

    • Subsecuentes cada 3–5 días hasta cicatrización completa.

6. Prevención detallada

  • Uso de gafas protectoras y mosquiteras en zonas endémicas.

  • Control de residuos orgánicos: compostaje y eliminación de estiércol a distancia de zonas de trabajo.

  • Aplicación tópica en animales de insecticidas y repelentes para disminuir poblaciones de moscas.

  • Educación sanitaria en poblaciones rurales para reconocer gusto, evitar frotarse los ojos con manos sucias y buscar atención ante sensación de movimiento intraocular.

Casos ilustrativos y pronóstico

  • Miiasis conjuntival por Oestrus ovis: se sacaron muchas larvas (7–12), tuvo epífora y conjuntivitis leve. Todo se curó sin dejar cicatrices.

  • Miiasis corneal profunda: un pastor de 65 años tuvo una úlcera perforante. Se hizo una queratoplastia urgente y se le dieron antibióticos por mucho tiempo. Al final, recuperó la visión al 0,5.

  • Miiasis orbital por C. bezziana: un niño tuvo proptosis y celulitis. Se le dio ivermectina y se hizo una orbitotomía. Luego, tuvo que hacerse una reconstrucción palpebral.

En general, el pronóstico visual es bueno si se saca la larva pronto. Si no hay perforación corneal ni extensión intracraneal. Pero si la miiasis orbital no se trata rápido, las secuelas pueden ser graves.

Una pequeña mosca puede dejar una larva en tu ojo. Esto puede ser muy doloroso si no se trata pronto.

Las moscas como Oestrus ovis y Chrysomya bezziana ponen larvas en el ojo. Estas larvas comen y causan inflamación. Al principio, solo sientes cosquilleo, pero luego duele mucho.

La larva crece y causa más inflamación. Tu ojo se enrojece y duele mucho. Puedes ver puntos o gusanos en el ojo.

Si la larva perfora el ojo, causa una úlcera. Si llega a la órbita, el dolor y la hinchazón son peores. Esto puede llevar a infecciones y pérdida de visión.

Para diagnosticar, observa directamente: abre los párpados con cuidado y usa una lámpara de hendidura. Así verás las larvas, casi transparentes, que se retuercen. A veces, solo necesitas anestésico y pinzas para sacar las larvas, aliviando al paciente.

El proceso no es siempre fácil. A veces, quedan restos de larva o huevos en los pliegues tarsales. Es crucial limpiar bien la conjuntiva con suero salino y eliminar los restos necróticos. Esto previene que la úlcera corneal empeore o que la herida cicatrice mal.

En casos más graves, cuando la larva invade el tejido palpebral o la órbita, necesitas sedación y antibióticos. También se usa ivermectina oral para matar las larvas. Si la córnea se perfora, puede ser necesario hacer una queratoplastia urgente.

Después de sacar la larva, el ojo se vuelve muy sensible. Es vital mantener el área limpia con colirios lubricantes y antibióticos tópicos. Esto evita infecciones secundarias.

La prevención es clave. Si trabajas cerca de animales o en zonas con muchas moscas, usa gafas y mantén tu cara limpia. En rebaños, controla los insectos y trata a los animales contra parásitos regularmente. Así, rompes el ciclo de la mosca y evitas que las larvas se desarrollen.

Para quienes han tenido un gusano en el ojo, cada destello puede recordar el miedo. Por eso, educación y protección son fundamentales. Así, evitas futuras invasiones.

La miasis oculares muestra cómo una larva pequeña puede causar daño en el ojo. Pero con diagnóstico rápido y tratamiento adecuado, la mayoría recupera la visión. Esto nos recuerda la importancia de estar atentos y protegernos en ciertos lugares.

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    1 Opiniones:

  1. Maria dice:

    Hola ,les comento el caso de mi marido, hace 9 días estaba en su nave echando de comer a su ganado y noto como le entró algo en el ojo, se fue para el hospital y allí le quitaron unas larvas dentro del ojo seguramente de una mosca, le mandaron unas gotas antibioticas, pero desde entonces está resfriado, muchos estornudos, muy mal cuerpo y algunos días fiebre, ha vuelto ha ir al médico pero no le aclaran nada ,le han mandado una analítica, y la verdad es que estoy muy preocupada, a ver si me podrían aclarar algo, gracias.

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