
Melanoma de coroides: Dudas
hace 5 años · Actualizado hace 5 años

El Melanoma de coroides es un motivo de urgencia optométrica poco frecuente, pero sí de suma gravedad, por lo cual es de vital importancia para nuestros pacientes, que seamos capaces de reconocer en revisiones rutinarias, los signos y síntomas propios, para remitir a la mayor brevedad al oncólogo.
Hay diversidad de tumores que pueden afectar a las estructuras oculares como: retinoblastoma, melanomas diversos, carcinomas, angiomas, granulomas, melanocitosis, sarcoma de kaposi, coriostomas….
Cabe destacar entre estos el retinoblastoma, por su elevada incidencia pues supone un 3% de los cánceres padecidos en menores de 15 años.
Sin embargo, nosotros nos centraremos en el melanoma de coroides, por ser el tumor intraocular primario más frecuente en adultos.
Melanoma de coroides: Incidencia
La incidencia del melanoma uveal es de aproximadamente 5 por millón de habitantes por año, en individuos adultos de raza blanca.
La incidencia aumenta con la edad y alcanza su máximo en la sexta y séptima década de la vida.
Más del 90% de todos los melanomas de úvea se originan en la coroides, el 3% en el cuerpo ciliar y el otro 3% en el iris.
La edad media de diagnóstico es de 55 años y su prevalencia es ligeramente mayor en varones que en mujeres.
- Motivo de consulta:
La mayoría de pacientes manifiesta visión borrosa, disminución de agudeza visual, defectos campimétricos por el crecimiento tumoral, miodesopsias, fotopsias y metamorfopsias.
Los síntomas visuales pueden estar causados por el propio Melanoma de coroides o por efectos secundarios como desprendimiento de retina exudativo, cataratas y astigmatismo.
No es infrecuente que un tumor asintomático sea detectado en una exploración rutinaria.
Melanoma de coroides: Exploración
En etapas tempranas pueden ser indistinguibles de los nevus coroideos. Pueden presentarse como una masa coroidea elevada o forma plana más difusa.
La más frecuente, es la masa coroidea elevada, nodulario cupuliforme, de pigmentación variable, con bordes bien definidos, que con frecuencia presentan manchas anaranjadas en la superficie tumoral que se corresponde con pigmento de lipofuscina del empitelio pigmentario.

Puede romper la membrana de Bruch y causar un desprendimiento de retina secundario.
De modo menos frecuente se manifiestan con glaucoma, uveítis , manchas en la esclera y hemorragias vítreas y es más probable que estén causadas por otras afecciones.
- Diagnostico:
La mayoría de melanoma de coroides se distinguen a partir de una historia clínica minuciosa y oftalmoscopia indirecta.
Apoyándonos en resultados de ecografía, y fluoroangiografía.
De modo infrecuente se requiere confirmación histológica del diagnóstico, y en tales casos se suele efectuar una biopsia transvitrea por aspiración con aguja fina.
Una vez confirmado el diagnóstico, deben realizarse hemograma, marcadores hepáticos, TC abdominal en busca de metástasis y radiografía del tórax, que se complementaran con un estudio realizado por el interniasta.
Diagnóstico del Melanoma de coroides:
Incluye la mayoría de las lesiones elevadas coroideas o subretinianas, como el nevus coroideo , desprendimiento coroideo, hipertrofia del epitelio pigmentario, degeneración disciforme asociada a la edad, hemangioma coroideo, osteoma coroideo, metástasis y escleritis posterior.
Con frecuencia es difícil el diagnóstico diferencial y en estos pacientes la escisión local logra tanto el diagnóstico como la curación.
En ocasiones los vasos sanguíneos epiesclerales que se encuentran encima de un tumor del cuerpo ciliar de gran tamaño tienden a dilatarse y a volverse tortuosos y pueden ser confundidos con una epiescleritis.
Tales “vasos centinelas”, pueden aparecer en tumores benignos y no necesariamente son un signo de malignidad.
Es importante no confundir el melanoma de coroides con linfomas, metástasis cáncer de mama y metástasis cáncer de pulmón.
- Evolución:
Los melanomas uveales suelen producir metástasis en los 5 siguientes años al diagnóstico y tratamiento, aunque se han visto casos muchos años después.
En pacientes de 60 años y tumores mayores de 10 mm, el tiempo medio de aparición de la metástasis es de 20 meses, siendo de 76 meses sin estas características.
Cuando se presentan estas metástasis, la supervivencia media del paciente es de 6 a 9 meses.
Los órganos donde se asientan las metástasis son, por orden de frecuencia: hígado, piel, pulmón, columna vertebral y cerebro.
Melanoma de coroides: Tratamiento
La localización y el tamaño del tumor, la agudeza visual del ojo afecto, la PIO, la situación del ojo contralateral, el estado general del paciente y su edad son factores que determinan una u otra actuación terapeútica.
Las alternativas terapéuticas disponibles para el melanoma de coroides son observación, fotocoagulación con láser térmico, terapia transpupilar, radioterapia con placas, resección local o enucleación.
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