Ajustar el tamaño de texto para que sea tres veces mayor del que se puede leer en la distancia de trabajo.
Experimentar con la elección del color. El texto negro sobre un fondo blanco funciona bien para la mayoría de las personas, aunque a veces funciona mejor el texto blanco sobre un fondo oscuro.
Ajustar el brillo según la luminosidad ambiente. A continuación, aumentar el contraste a un nivel cómodo.
Reducir el brillo:
Coloque el monitor cerca de las ventanas, pero sin reflejos.
No puede brillar la lámpara de escritorio sobre la pantalla.
Considere el uso de un filtro de brillo sobre el monitor.
Usar gotas lubricantes para los ojos. Y recuerde parpadear más.
Utilizar una ergonomía adecuada:
Coloque el monitor de 20 a 26 centímetros de distancia.
Asegúrate de que el monitor está a unos 10 cm por debajo de sus ojos.
Coloque la silla de manera que sus brazos sean paralelos al escritorio y sus pies queden planos, apoyados en el suelo.
Utilice un soporte para los documentos, cerca del monitor.
Por último, tome descansos. Retirando la visión o incluso póngase de pie y estire.
Tomar el tiempo necesario para ponerse cómodo delante del ordenador.