
Lentillas protésicas: Ventajas
hace 3 meses · Actualizado hace 2 segundos

Las lentillas protésicas mejoran la apariencia y función del ojo. Son blandas y personalizadas, hechas a medida. Se pintan a mano para imitar el iris y la pupila.
Estas lentes no solo cambian el color de los ojos. Son dispositivos clínico-terapéuticos que ayudan a regular la luz. También cubren estructuras dañadas para aliviar síntomas visuales.
Se pueden hacer con graduación para corregir defectos refractivos. Así, mascaran defectos oculares causados por enfermedades o traumatismos.
Tipos de lentillas protésicas:
Hay varios tipos según su diseño y necesidad. Las lentes con iris pintado y pupila transparente son para ojos con visión. Replican el iris del paciente y dejan una ventana pupilar transparente para ver.
Estas lentes imitan la apariencia natural del ojo. La pupila real permanece despejada para la visión. Las lentes con iris pintado y pupila opaca (negra) se usan en ojos sin visión. Ocultan el aspecto irregular de un ojo ciego, simulando un ojo normal con pupila negra.
Hay diseños especiales para problemas de salud. Por ejemplo, las lentillas protésicas con iris transparente y solo la pupila opaca. Están pensadas para pacientes con un iris claro pero con una opacidad blanca en la pupila.
Estas lentillas ocultan la opacidad central con una pupila artificial negra. Así, el iris natural del paciente sigue siendo visible alrededor. Las lentillas de diafragma o de iris opaco con pupila reducida transparente también son útiles. Tienen un iris opaco excepto por una pupila central clara más pequeña.
Estas lentillas actúan como un iris artificial que reduce la luz que entra al ojo. Son ideales para casos de aniridia o midriasis paralítica. Reducen la fotofobia y mejoran la agudeza visual.
Las lentes protésicas totalmente opacas se usan para oclusiones terapéuticas. Ocultan la visión de un ojo de manera estética. Son útiles para tratar la diplopía o la ambliopía en niños, sustituyendo al parche tradicional.
En resumen, hay muchos diseños de lentillas protésicas. Cada uno atiende a distintas necesidades cosméticas y funcionales. Esto permite mejorar la apariencia y la salud visual de los pacientes.
Indicaciones médicas comunes:
Las lentillas protésicas ayudan en muchas condiciones oculares. Son útiles en casos de aniridia y coloboma de iris. Estas condiciones hacen que el iris falte o tenga agujeros, causando sensibilidad a la luz.
Con una lentilla protésica, se puede reemplazar virtualmente el iris faltante. Esto reduce la fotofobia y hace que el ojo se vea normal. También son beneficiosas en heterocromía y anisocoria, igualando el color y tamaño de las pupilas.
Las opacidades corneales, como los leucomas corneales, también se pueden tratar. Un leucoma central crea una mancha blanca en la pupila. La lente protésica oscura devuelve la apariencia normal del ojo.
En casos de glaucoma terminal, traumatismos severos o enfermedades, las lentillas pueden mejorar el aspecto del ojo. En lugar de cirugías radicales, ofrecen una solución menos invasiva.
El albinismo ocular también es una indicación. Las personas albinas tienen ojos claros y sufren de fotofobia. Una lentilla tintada oscura puede reducir la luz y mejorar su comodidad.
En algunos casos de estrabismo, las lentillas protésicas pueden ayudar. Una lente opaca en el ojo desviado puede hacerlo menos visible. Esto oculta la dirección de la mirada.
En diplopías persistentes y ojos dolorosos ciegos, las lentillas negras pueden ser útiles. También en ambliopía, especialmente en niños. Las lentes protésicas oclusivas son más aceptables que los parches.
El objetivo principal es mejorar la calidad de vida del paciente. Esto se logra recuperando una apariencia normal o atenuando síntomas visuales molestos.
Proceso de adaptación:
Adaptar una lentilla protésica es un proceso detallado. Primero, un especialista hace una evaluación completa del ojo. Se examina la superficie ocular, párpados y la película lagrimal. Esto asegura que el ojo pueda soportar una lente de contacto.
Se miden la curvatura y el diámetro de la córnea. Esto ayuda a elegir la lente correcta. También se mide el diámetro del iris y la pupila para que la lentilla se vea natural.
Si la lente necesita corregir la visión, se examina la agudeza visual y refracción. Es crucial evaluar la sequedad ocular. Esto puede influir en la elección del material de la lente.
Después, se hace una prueba de lente diagnóstica. Se coloca una lentilla sin tinte para ver cómo se ajusta. El especialista verifica que la lente centre bien y que el paciente la tolere.
Si todo está bien, se pasa al diseño cosmético. Se toman fotos del ojo sano para igualar el color, patrón y matices del iris. El paciente y el especialista discuten el color deseado. Se envía el pedido al laboratorio especializado.
En el laboratorio de prótesis corneales, expertos crean la lentilla personalizada. Empiezan con una lente blanda incolora, ajustada a lo que el paciente necesita. Luego, usan tintes biocompatibles para darle color al iris.
Este proceso combina impresión y pintado a mano. Se aplican capas de pigmento para lograr un iris realista. La pupila puede ser transparente o pintada de negro opaco.
La pupila se diseña para dar profundidad y cubrir bien la pupila real. Se eligen diámetros de 3 a 5 mm según el caso. Después, la lente se somete a tratamientos de polimerización o sellado para fijar los pigmentos.
El resultado es una lentilla única, hecha a medida para el paciente.
Una vez lista, se coloca la prótesis al paciente. Se comprueba que el color y patrón del iris protésico sean correctos. También se verifica que la lente esté bien centrada y que no cause molestias.
Si es necesario, se hacen ajustes finales. Por ejemplo, si el color no es perfecto, se puede enviar de nuevo al laboratorio. La satisfacción estética y funcional del paciente es lo más importante.
El seguimiento posterior es clave para el éxito a largo plazo. El paciente recibe instrucciones claras sobre uso y cuidados de la lentilla protésica. Se sugiere no usar la lentilla más de 8 a 10 horas al día.
Esto permite que el ojo se descane y se oxigene. Las lentes protésicas, con pigmentos, pueden ser menos transpirables que las lentes blandas transparentes. Es esencial mantener una higiene rigurosa.
La lentilla debe limpiarse y guardarse cada día con soluciones multipropósito. Evita usar productos agresivos. No se recomienda el uso de peróxido de hidrógeno, ya que puede dañar la pigmentación.
Es importante tener cuidado con ciertos colirios o lágrimas artificiales. Se prefieren las formulaciones sin conservantes. El especialista programará revisiones periódicas para examinar el estado de la córnea y conjuntiva.
Se busca descartar signos de hipoxia corneal y verificar la integridad de la lentilla. Con cuidados adecuados, una lentilla protésica puede durar un año. Después de un año, el material puede envejecer y acumular depósitos.
El reemplazo anual es necesario para mantener la calidad y biocompatibilidad de la lente. Algunos laboratorios ofrecen rehidratación o reacondicionamiento de la lente para prolongar su uso. Sin embargo, generalmente se confecciona una nueva lente.
Materiales y características ópticas/biocompatibles:
Las lentillas protésicas se hacen de hidrofílicos blandos. Son similares a las lentes de contacto, pero más seguras para el tatuaje. El polímero PHEMA (polihidroxietilmetacrilato) es muy común. Tiene un 38-42% de agua, lo que hace que sea flexible y transparente.
Este material es no iónico, lo que reduce la formación de depósitos. Sin embargo, tiene una permeabilidad al oxígeno moderada. Esto significa que no es tan bueno como otros materiales modernos. Pero, ya que se usan solo de día, es suficiente.
Para quienes tienen córneas delicadas, hay materiales con más agua. Esto mejora la oxigenación. También hay hidrogel de silicona a medida, muy permeable al oxígeno. Pero, añadir pigmentos a estas lentes es más difícil.
Los pigmentos utilizados son de grado médico. Son seguros y no causan reacciones adversas. Se asegura de que no pierdan color durante el uso adecuado.
Las lentillas se pueden hacer con o sin graduación según lo que necesites. Si tienes miopía, hipermetropía o astigmatismo, se ajustan las lentes para ti. Esto es igual que una lente de contacto blanda.
El diseño de la zona óptica tiene una pupila grande y bien centrada. Esto ayuda a que no te moleste la visión. Por ejemplo, en un ojo con visión, la pupila debe cubrir todo el eje visual.
Las zonas coloreadas de la lentilla son opacas a la luz. Esto es para esconder cicatrices o colores diferentes. Se añade pigmento para lograr la opacidad.
La superficie de la lente es lisa, incluso con la pintura. Esto hace que sea cómoda y se mantenga humectada. El material y los pigmentos son biocompatibles, lo que significa que el ojo las tolera bien.
En algunas condiciones, como de noche, puedes notar que la visión no es perfecta. Esto puede pasar si la pupila se dilata demasiado. Pero este pequeño inconveniente se discute y se acepta por los beneficios de la lente.
Ventajas de uso: Las lentillas protésicas aportan beneficios significativos en distintos ámbitos (estético, funcional y médico). En el ámbito estético, la ventaja principal es la restauración cosmética del ojo dañado. Un paciente con una leucoma corneal, un iris deformado o un ojo de color anómalo puede lograr que su ojo luzca normal.
Esto mejora la autoestima y la confianza. Muchos pacientes reportan sentirse cómodos interactuando socialmente. Mantienen contacto visual sin incomodidad, superando complejos que antes les hacían esconder o cubrir su ojo.
Además, al ser una lente de contacto y no un ojo prostético de vidrio, el resultado puede parecer más natural. El ojo protésico mantiene cierto brillo húmedo y movimiento acorde con el otro ojo. Esto es porque la lentilla se mueve conjuntamente con el globo ocular real.
Desde el punto de vista funcional, estas lentes pueden mejorar la calidad visual o el confort en varias situaciones. Reducen la fotofobia (intolerancia a la luz) en pacientes con iris ausentes o dañados. Recrean una pupila de diámetro normal que restringe la luz excesiva.
También pueden eliminar imágenes indeseadas. Por ejemplo, en un paciente con diplopía, la lente oclusiva negra suprime la imagen del ojo desviado. Resuelve la molestia de la visión doble. En casos de cicatrices corneales parciales, una pupila pintada estratégicamente puede tapar un reflejo o destello que distraía la visión.
En niños con ambliopía, la lente protésica oclusiva es terapéuticamente efectiva y psicológicamente más aceptable que un parche. Esto puede traducirse en un mejor cumplimiento del tratamiento y resultados visuales superiores. En el contexto médico-clínico, las lentillas protésicas ofrecen una solución conservadora y reversible frente a situaciones que de otro modo podrían requerir intervenciones drásticas.
Por ejemplo, en un ojo ciego pero físicamente presente que luce opaco y antiestético, la alternativa tradicional era a veces la evisceración/enucleación (remover el contenido ocular y colocar una prótesis esclerótica) para poner un ojo artificial. Con las lentes protésicas, muchos de esos ojos pueden conservarse sin cirugía. La lente brinda la mejora estética deseada; si en algún momento no se quiere usar más, simplemente se deja de poner la lentilla, sin consecuencias permanentes.
En comparación con implantes intraoculares (como los diafragmas o implantes de iris artificial dentro del ojo, procedimientos experimentales que conllevan riesgos quirúrgicos serios), la lentilla protésica es muchísimo más segura y ajustable. También son ventajosas porque pueden combinarse con corrección óptica, evitando que el paciente tenga que usar además gafas para su graduación. Todo se integra en un solo dispositivo discreto. En resumen, ofrecen al paciente una mejora tangible en su calidad de vida, integrando beneficios estéticos y funcionales de forma no invasiva.
Desventajas y consideraciones:
Las lentillas protésicas tienen beneficios, pero también inconvenientes. Requieren un proceso especializado para obtenerlas. Esto significa tiempo de espera y un costo más alto que las lentes estándar.
El uso diario de estas lentillas requiere disciplina. Es importante seguir las rutinas de limpieza y manejar la lentilla correctamente. Si no, puede haber riesgos de infecciones oculares.
Algunas personas pueden tener intolerancia a estas lentillas. Esto puede ser un problema si tienen ojo seco severo o problemas de párpados. La adaptación puede ser difícil, limitando el tiempo de uso.
Es posible que no se logre una mimesis perfecta con el otro ojo. La percepción de color puede cambiar con diferentes luces y ángulos. Un observador atento o fotografías con flash pueden notar diferencias.
Si la lente se descentra, puede verse “raro” hasta que se centre de nuevo. Esto es raro en lentes bien ajustadas. Pero es algo a tener en cuenta.
Una desventaja fisiológica es la menor transpiración de oxígeno a la córnea. Las lentillas protésicas no permiten tanto oxígeno como las lentes modernas. No deben usarse por tiempos excesivos para evitar hinchazón corneal o rojez.
El mantenimiento de estas lentillas requiere cuidado. Un error en la limpieza puede dañar la lente costosa. Son menos “resistentes” que las lentes estándar.
En el contexto terapéutico, una lentilla oclusiva solo es efectiva si se usa correctamente. Si se quita a escondidas, el tratamiento falla. No es una solución automática, depende de la colaboración.
Además, las lentes oclusivas deben reemplazarse a medida que el niño crece. Esto implica un coste repetido mayor que parches adhesivos. Otra desventaja es que no restituyen la visión
Las lentillas protésicas pueden mejorar la visión en ojos dañados. Pero, si el ojo está completamente ciego, no pueden devolver la visión. Su beneficio es más estético o de confort, como reducir la fotofobia.
En ojos con visión, pueden mejorarla si corrigen defectos refractivos. No resuelven problemas internos del ojo, como una córnea gravemente cicatrizada. Es crucial mencionar que no todas las ópticas u hospitales ofrecen este servicio.
El paciente puede necesitar ser derivado a especialistas en prótesis oculares. Esto puede requerir desplazamientos. Las lentillas protésicas requieren un compromiso en su cuidado y uso. Es importante tener expectativas realistas sobre lo que pueden hacer.
Las lentillas protésicas son una solución clínica y estética de alto valor para pacientes con ojos dañados. Pueden transformar la experiencia de vida de una persona. Devuelven la seguridad en la imagen y alivian molestias visuales de manera no invasiva.
El desarrollo de estas lentes combina arte y ciencia. Utilizan materiales biocompatibles y óptica adaptada. Aunque presentan desafíos, son seguras y eficaces cuando se manejan bien.
Gracias a las lentillas protésicas, muchos pacientes logran “rehabilitar” su mirada. Recuperan función y estética, mejorando su bienestar. Las lentillas protésicas son una herramienta valiosa en la oftalmología y contactología especializada.
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