Hiperemia conjuntival: Tipos y Tratamiento

hace 5 años · Actualizado hace 5 años

Hiperemia conjuntival

La hiperemia conjuntival aguda es una reacción inflamatoria con hiperemia aguda e infiltración difusa generalizada. Suele ser unilateral y asociada a intolerancia, lagrimeo y fotofobia.

En casos mas graves puede darse reacción inflamatoria del cuerpo ciliar con inyección perilímbica profunda, Tyndall positivo y enturbiamiento endotelial.

Índice
  1. Hiperemia conjuntival aguda: Causas
    1. Hiperemia conjuntival aguda: Tratamiento
    2. ¿Cómo se clasifica la hiperemia ocular?
    3. Resumen de la hiperemia conjuntival

Hiperemia conjuntival aguda: Causas

La etiología está relacionada con la existencia de toxinas liberadas por microorganismos gram - y favorecida por el uso prolongado de lentes de contacto.

La falta de higiene durante la manipulación, los estuches sucios y/o contaminados y la reutilización de líquidos de mantenimiento.

Los vasos de la conjuntiva son muy superficiales y finos, y aparte de las arterias y venas mayores, son virtualmente invisibles a simple vista.

En la conjuntivitis, la hiperemia es difusa, de color rojo carne, y es menos importante en el limbo y máxima hacia los fórnices

Hiperemia conjuntival aguda: Tratamiento

El tratamiento farmacológico no es necesario y con la interrupción del porte de lentes seria suficiente.

Sin embargo, el uso de antiinflamatorios esteroideos combinados con antibiótico disminuye la respuesta inflamatoria y previene de posibles complicaciones, por lo tanto son recomendables para trata la hiperemia conjuntival aguda.

¿Cómo se clasifica la hiperemia ocular?

Inicialmente, la hiperemia conuntival puede ser clasificada en cuatro tipos:

a) conjuntival;

b) periquerática o ciliar;

c) mixta;

d) equimosis y hemorragias;

Estas presentaciones orientan hacia la posible etiología e indican la gravedad de la afectación.

La hiperemia conjuntival se presenta con el ingurgitamiento de los vasos conjuntivales superficiales, habitualmente con mayor intensidad en los fondos de saco (fórnix) y región tarsal.

Tiende a disminuir en las proximidades de la región límbica (limbo corneal).

La red de vasos dilatados se desplaza con los movimientos de la conjuntiva y la aplicación de gotas vasoconstrictores (fenilefrina) suele disminuir o suprimir la hiperemia por un corto espacio de tiempo.

Este tipo de hiperemia generalmente indica patologías de la conjuntiva o párpados.

La hiperemia periquerática (inyección ciliar) aparece predominantemente en la región del limbo corneal y forma un anillo de enrojecimiento alrededor de la córnea.

La instilación tópica de un vasoconstrictor no disminuye la hiperemia y los vasos afectados no suelen desplazarse con la movilización conjuntival.

Indican la presencia de una patología ocular más grave que puede afectar a la córnea o al segmento anterior (cámara anterior, iris y cuerpo ciliar).

Hiperemia conjuntival
Hiperemia Conjuntival unilateral.

En la hiperemia mixta se produce una afectación tanto de la red vascular superficial como de la profunda.

Este tipo de inyección mixta es característica del glaucoma agudo de ángulo cerrado.

En el que se observa un aumento súbito e importante de la tensión intraocular asociada con un dolor intenso.

El uso de gotas vasoconstrictoras sólo atenúa la hiperemia conjuntival relacionada con la red vascular superficial y persiste la vasodilatación profunda.

Las equimosis y las hemorragias (hiposfagma) conjuntivales son colecciones hemáticas subconjuntivales que poseen un aspecto muy llamativo pero que no revisten gravedad para la integridad del globo ocular.

Se originan mayoritariamente por la rotura de capilares conjuntivales y se reabsorben y desaparecen en un período relativamente corto de tiempo.

Resumen de la hiperemia conjuntival

En conclusión, desde el punto de vista práctico es recomendable que se estructure la investigación y se oriente la anamnesis en los casos de ojo rojo.

Esta medida indicará la posible etiología y la gravedad del proceso ocular.

La presencia de un ojo rojo doloroso, asociado con la disminución de la agudeza visual, suele indicar la existencia de una patología ocular grave.

Así, para una correcta interpretación del dolor ocular asociado con una hiperemia conjuntival.

Se necesita tener en cuenta diferentes aspectos, como la subjetividad, la variación y la intensidad del dolor, ganando especial atención la investigación etiológica de la alteración o alteraciones que lo originan.

Por ejemplo, los párpados, la córnea y el tracto uveal se encuentran ricamente inervados por ramas del nervio oftálmico, motivo por el cual la mayor parte de las hiperemias oculares asociadas con dolor tienen como origen dichas estructuras.

Los pacientes que refieren traumatismos oculares con cuerpo extraño o erosiones corneales presentan un dolor ocular inmediato y habitualmente intenso.

Los episodios de hiperemia conjuntival con dolor ocular discreta, irritación y sensación de cuerpo extraño, que va en aumento con el paso del tiempo.

Suelen indicar la progresión de una conjuntivitis (viral o bacteriana), sobre todo si el proceso se asocia con el aumento de la secreción conjuntival.

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