Hifema: Tipos y tratamiento

hace 1 mes · Actualizado hace 1 semana

Hifema

Hifema se define como la presencia de sangre en la cámara anterior del ojo. A continuación, comentaremos las causas, los signos, la clasificación, el tratamiento y su posible prevención.

Índice
  1. Hifema: Causas
    1. Causas del hifema:
    2. Síntomas del hifema:
    3. Gravedad del hifema:
    4. Complicaciones:
    5. Tratamiento:
    6. Cuándo buscar atención médica:
  2. ¿Por qué se produce un hifema?
    1. Terapia:
    2. Verificación de seguimiento:

Hifema: Causas

El hifema (también escrito como hipema) es una condición ocular en la que hay sangrado en la cámara anterior del ojo, es decir, el espacio entre la córnea y el iris. Este sangrado se acumula y puede ser visible a simple vista, ya que la sangre se deposita en la parte inferior de la cámara anterior debido a la gravedad.

Causas del hifema:

  1. Traumatismos oculares:
    • Es la causa más común. Un golpe directo en el ojo (por ejemplo, durante deportes, accidentes o peleas) puede romper los vasos sanguíneos del iris o el cuerpo ciliar.
  2. Cirugía ocular:
    • Procedimientos como la cirugía de cataratas o el láser pueden provocar un hifema como complicación.
  3. Enfermedades oculares:
    • Condiciones como la uveítis (inflamación intraocular), glaucoma neovascular o tumores oculares pueden causar sangrado.
  4. Problemas de coagulación:
    • Trastornos como la hemofilia o el uso de medicamentos anticoagulantes (por ejemplo, warfarina o aspirina) aumentan el riesgo de sangrado.

Síntomas del hifema:

  • Sangre visible en la parte frontal del ojo (puede verse como una capa roja o un líquido sedimentado).
  • Dolor ocular.
  • Visión borrosa o reducida.
  • Sensibilidad a la luz (fotofobia).
  • Sensación de presión en el ojo.

Gravedad del hifema:

El hifema se clasifica según la cantidad de sangre en la cámara anterior:

  • Grado 1: Menos del 33% de la cámara anterior llena de sangre.
  • Grado 2: Entre el 33% y el 50%.
  • Grado 3: Más del 50%.
  • Grado 4: Cámara anterior completamente llena de sangre (también llamado "hifema total").

Complicaciones:

Si no se trata adecuadamente, el hifema puede provocar:

  • Aumento de la presión intraocular: Esto puede llevar a glaucoma secundario.
  • Manchas de sangre en la córnea: Pueden afectar la visión.
  • Pérdida de visión permanente: En casos graves o si no se trata a tiempo.

Tratamiento:

El tratamiento depende de la gravedad y la causa del hifema, pero puede incluir:

  1. Reposo: Mantener la cabeza elevada para ayudar a que la sangre se sedimente.
  2. Protección ocular: Usar un parche o gafas protectoras.
  3. Medicamentos:
    • Gotas para reducir la inflamación (corticosteroides).
    • Gotas para controlar la presión intraocular.
    • Evitar medicamentos anticoagulantes.
  4. Cirugía: En casos graves, puede ser necesario drenar la sangre para prevenir daños permanentes.

Cuándo buscar atención médica:

Si notas sangre en el ojo, dolor o cambios en la visión, acude de inmediato a un oftalmólogo. El hifema es una emergencia médica que requiere evaluación y tratamiento profesional para evitar complicaciones graves.

En resumen, el hifema es una condición seria que requiere atención médica inmediata. Si sospechas que tú o alguien más lo padece, no dudes en buscar ayuda especializada.

Prevención del hifema:

Mucha de las lesiones en los ojos se pueden evitar utilizando gafas de seguridad o de protección deportiva.

¿Por qué se produce un hifema?

En general, el daño a un pequeño vaso sanguíneo en el iris es la causa, haciendo que una pequeña cantidad de sangre entre en la cámara anterior.

En primer lugar, hay una mezcla de sangre y líquido acuoso en el área frontal del ojo.

Durante la hora siguiente, la sangre se separa y permanece visible como una capa separada en la parte inferior de la cámara anterior del ojo.

Característicamente, la sangre en la cámara anterior se vuelve a mezclar con el líquido ocular acuoso cuando el paciente está acostado (o dormido). Esto afecta temporalmente la visión de los pacientes después de despertarse.

Diagnóstico:

La anamnesis es generalmente típica y la acumulación de sangre se puede detectar sin problemas. Por lo general, es aconsejable que un oftalmólogo examine el ojo.

Terapia:

En la mayoría de los casos, la acumulación de sangre disminuye por sí sola, de manera que no se requiere terapia. Se deben evitar las actividades físicas durante los primeros días de tener hifema, ya que no se puede descartar un sangrado recurrente y posiblemente más grave en el ojo. En casos raros es aconsejable descansar en cama, en casos graves esto es recomendado por el médico.

El médico a menudo prescribe gotas oculares para el tratamiento. Se utilizan para dilatar la pupila y evitar que el iris y la lente se peguen entre sí. En la mayoría de los casos, un tratamiento que dura varios días es suficiente.

En casos excepcionales, se puede realizar un procedimiento quirúrgico menor para drenar la sangre.

Verificación de seguimiento:

El sangrado en el área anterior del ojo puede llevar en algunos casos a un aumento de la presión intraocular, ya sea aguda o prolongada. Esto se debe a la circulación del líquido ocular. El nuevo líquido ocular se forma continuamente, el cual fluye y entra al torrente sanguíneo en el área de transición entre la córnea y el iris. La acumulación de sangre impide el drenaje del líquido. Hay un aumento de la presión intraocular y el desarrollo del glaucoma.

Después de que el hifema haya disminuido, se debe realizar un examen ocular cuidadoso. Esto sirve para excluir otras lesiones o daños y aclarar un posible riesgo de glaucoma.

 

Quizás te pueda interesar:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Tu puntuación: Útil

Subir