Eversión del párpado: Técnica

La eversión del párpado se utiliza para observar la conjuntiva palpebral superior.

Realizar la eversión del párpado es muy recomendable en todo paciente de lentes de contacto e incluso antes de la adaptación. Y sobre todo si el paciente se queja de molestias, como de un cuerpo extraño en el párpado superior.

Eversión del párpado: Técnica

Sólo necesitaremos un bastoncillo de algodón.

Colocaremos al paciente en la lámpara de hendidura y le pediremos que mire hacia abajo.

Cogeremos el borde del párpado superior con los dedos pulgar e índice, tirando del párpado hacia abajo y hacia fuera del globo ocular.

Con la otra mano, colocaremos el bastoncillo en el borde posterior, en el centro del párpado.

Presionaremos cuidadosamente con el bastoncillo hacia abajo mientras se empuja el párpado hacia arriba. Entonces sostendremos firmemente el borde del párpado contra el bode de la órbita superior.

Quitaremos el bastoncillo y observaremos con la lámpara la conjuntiva palpebral superior.

El ángulo de iluminación debe estar a unos 30º y deberemos ajustar el haz a un paralelepípedo ancho, buscando cuerpos extraños, hiperemia, elevaciones, etc.

Si el paciente es muy reacio a sufrir una eversión del párpado, debéis hacerle entender sobre su importancia.

La eversión del párpado es una técnica clave en oftalmología y medicina de urgencias. Permite ver la parte interna del párpado, la conjuntiva palpebral. Esto es útil para detectar lesiones o cuerpos extraños ocultos.

Se usa más en el párpado superior. Pero también se puede hacer en el inferior si hay sospecha de cuerpos extraños cerca del margen palpebral.

Para hacer la eversión del párpado superior, primero se explica al paciente. Se le pide que mire hacia abajo para relajar el músculo elevador del párpado. Se usa una mano para estabilizar la cabeza y otra para aplicar presión suave sobre las pestañas.

Se coloca un algodón estéril sobre las pestañas y se presiona hacia abajo. Luego, se mueve el algodón hacia arriba y hacia atrás. Esto invierte el párpado, dejando al descubierto la conjuntiva.

El examinador puede ver la conjuntiva tarsal en detalle. Esto permite buscar hiperemia, úlceras o cuerpos extraños. A veces, se usa un retractores de párpado para mantener la eversión sin usar ambas manos.

En casos de sospecha de fragmentos cerca de la comisura interna, se hace la “doble eversión”. Primero se invierte el párpado y luego se empuja de nuevo hacia el globo ocular. Esto requiere cuidado para evitar dañar la conjuntiva o el músculo elevador.

El objetivo es diagnosticar y, si es necesario, extraer cuerpos extraños. También es vital para evaluar conjuntivitis o cambios en enfermedades crónicas. En casos de trauma, permite ver hemorragias o laceraciones internas.

Después de explorar, el párpado vuelve a su lugar natural suavemente. Se humedece la conjuntiva con suero fisiológico para quitar restos y aliviar molestias. Si se sacó un cuerpo extraño, se hace la irrigación varias veces para asegurarse de que no quede nada.

Se le pide al paciente que parpadee varias veces. A veces, se le prescribe algo para lubricar, antibiótico o antiinflamatorio. Esto depende de lo que el médico encuentre.

En conclusión, hacer que el párpado se evalue es fácil pero muy útil. Si se hace bien, en segundos se ve bien la conjuntiva. Esto ayuda a sacar cuerpos extraños y manejar infecciones o lesiones internas. Así se asegura una atención oculista completa y segura.

¿Qué pasa si te das vuelta el párpado?

Al invertir el párpado (es decir, evertirlo sobre sí mismo más allá de lo que se realiza en una exploración rutinaria), ocurren varias cosas tanto a nivel inmediato como si esta maniobra se prolonga o se hace de manera brusca:

1. Exposición de la conjuntiva palpebral
   El tejido nasal (la conjuntiva tarsal) queda al descubierto. Esta mucosa está normalmente protegida por el párpado y, al quedar al aire, se reseca rápidamente, perdiendo película lagrimal y provocando ardor y sensación de cuerpo extraño al instante.

2. Reflejo de lagrimeo y parpadeo
   Al sentirse la mucosa desprotegida y desencenderse receptores de dolor y de tensión en el párpado, el ojo reacciona con un parpadeo muy rápido y abundante secreción lacrimal, intentando restaurar la humedad y volver a la posición natural.

3. Riesgo de abrasión o lesión
   Si la eversión se realiza de forma brusca o sin cuidado, el borde rígido del tarso puede rozar la córnea o conjuntiva bulbar, produciendo pequeñas abrasiones. Estas lesiones, aunque a veces mínimas, pueden ser muy dolorosas y tardar días en curar, e incluso infectarse si no se limpian adecuadamente.

4. Sensibilidad y dolor
   La conjuntiva tarsal es una zona altamente inervada. Una eversión mantenida (más allá de unos pocos segundos) causa dolor sordo, sensación de tirantez en el párpado y, en ocasiones, reflejo nauseoso si el paciente es muy sensible. Esto puede desencadenar tensión en los músculos faciales y cefaleas de tipo tensional.

5. Riesgo de edema o moretón
   Una manipulación vigorosa puede dañar pequeños vasos del tarso o traumatizar el músculo elevador del párpado, provocando equimosis (moretones) o incluso un edema local que dificultará el cierre normal del ojo durante horas o días.

6. Temporada de vulnerabilidad infecciosa
   Con la conjuntiva expuesta y la posible presencia de microabrasiones, el ojo se vuelve más susceptible a la entrada de bacterias y al desarrollo de conjuntivitis. Por eso, tras invertir el párpado, siempre se recomienda irrigar con suero fisiológico esterilizado y, si se ha detectado alguna abrasión, aplicar profilaxis antibiótica tópica según criterio médico.

7. Beneficio diagnóstico limitable
   Aunque la eversión es muy útil para inspección, prolongarla sin necesidad no aporta ventajas diagnósticas y sí aumenta el malestar. Por eso, en la práctica clínica solo se mantiene justo el tiempo suficiente para buscar cuerpos extraños, signos inflamatorios o lesiones.