Dmae seca, además de afectar a las poblaciones mayores, se produce con mayor frecuencia en mujeres blancas. Esta enfermedad parece ser hereditaria aunque puede deberse por el efecto secundario de algunos medicamentos.
Los factores de riesgo más importantes son: Fumar, familiar enfermo, presión arterial alta, ojos claros y obesidad.
Algunos investigadores creen que la sobre-exposición a la luz solar puede también ser un factor que contribuye en el desarrollo de la misma, pero esta teoría no se ha demostrado de manera concluyente. Los altos niveles de grasa en la dieta también puede ser un factor de riesgo.
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La Academia Americana de Oftalmología señala sobre la Dmae seca, que sus factores de riesgo han sido contradictorios dependiendo del estudio. Y afirma que los únicos factores de riesgo presentes en todos los estudios son el envejecimiento y el tabaquismo.
Es una enfermedad crónica de tipo degenerativo y que afecta a la mácula, produciendo pérdida progresiva de la agudeza visual.
Constituye la causa más frecuente de ceguera legal en el mundo desarrollado y más común en población caucasiana.
Normalmente, es bilateral y asimétrica y en ella podemos encontrar dos tipos:
-Tipo seco o atrófico: predomina la atrofia del Epit.Pigm.de la retina (EPR).
-Tipo húmedo: hay una neovascularización subretiniana.
– Entre los síntomas más frecuentes que podemos encontrar en nuestras consultas son un deterioro gradual de la visión y una visión distorsionada si existe edema de mácula.
– Entre los signos que podemos encontrar en la DMAE veremos :
Todos éstos signos se magnifican ya en estadíos tardíos de la enfermedad pudiendo provocar hemorragias y cicatrices fibrosas.
El diagnóstico de la DMAE seca es con un oftalmoscópico, por tanto es muy recomendable hacer una exploración de fondo de ojo a cualquier persona mayor de 50 años que entre en nuestra consulta, aunque sea asintomático y su visión sea de 1.0.
Si es posible, la realización de una angiografía fluoresceínica en el sujeto que presente DMAE neovascular, nos ayudará en su diagnóstico.
Actualmente, existen técnicas menos invasivas como la Tomografía decoherencia óptica (OCT) que nos permiten la realización de cortes de las estructuras del polo posterior pudiendo ayudarnos mucho más a cualificar y cuantificar el estadío en que se encuentra la enfermedad en cada paciente.
Ante cualquier duda o sospecha lo importante es remitir al oftalmólogo para su tratamiento.
Como ya se ha descrito, nuestro papel es muy importante en la detección precoz, ya que se ha demostrado que el tratamiento puede ser más efectivo si se empieza en sus estadíos más iniciales de la enfermedad.
Puede resultar útil, a parte de la oftalmoscopia, utilizar la rejilla de Ansler o los tests de sensibilidad al contraste o visión del color.
Tras el tratamiento médico de la DMAE seca, nuestra labor siempre es la ayuda mediante la prescripción de filtros y otras ayudas visuales para la mejora de la calidad de vida de los pacientes.