
Distiquiasis: Definición
hace 3 meses · Actualizado hace 1 segundo

La distiquiasis es una condición rara donde crecen pestañas adicionales en un lugar inusual. Estas pestañas nacen de los orificios de las glándulas de Meibomio en el párpado.
A diferencia de las pestañas normales, que crecen de la piel del párpado, estas pestañas provienen de la parte posterior. Por lo general, apuntan hacia el ojo, lo que puede causar irritación.
Es clave saber la diferencia entre distiquiasis y triquiasis. En la distiquiasis, las pestañas crecen en un lugar inusual. Por otro lado, la triquiasis ocurre cuando las pestañas normales se orientan mal hacia el ojo. Esta condición es rara en humanos, afectando a menos de 1 de cada 10.000 personas. Puede ser congénita o adquirida debido a enfermedades.
Causas de la distiquiasis
La distiquiasis puede ser congénita o adquirida.
En ambos casos, se forman pestañas adicionales en el párpado. Sin embargo, las causas son diferentes.
Distiquiasis congénita
La distiquiasis congénita se relaciona con problemas genéticos. El síndrome de linfedema-distiquiasis (LDS) es un ejemplo. Este síndrome se debe a una mutación en el gen FOXC2.
Entre el 94% y 100% de los afectados tienen distiquiasis desde pequeños. Además, el LDS causa hinchazón en las piernas y otras deformidades.
Estas incluyen problemas de corazón y malformaciones esqueléticas. La distiquiasis congénita también puede ser parte de otros síndromes genéticos raros.
En términos embriológicos, el problema se debe a una mala diferenciación de células germinales. Estas se convierten en folículos pilosos que producen pestañas desde el borde interno del párpado.
Distiquiasis adquirida
La distiquiasis adquirida ocurre después de dañar o inflamar los párpados. Esto puede causar metaplasia en las glándulas de Meibomio. Estas se convierten en pestañas anómalas.
Las causas incluyen quemaduras, síndrome de Stevens-Johnson, penfigoide cicatricial ocular, y tracoma. También inflamaciones como rosácea ocular o blefaritis crónica. Estas condiciones causan cicatrices y cambios en la conjuntiva y el tarso palpebral.
En casos raros, la cirugía puede dañar las glándulas de Meibomio. Esto puede causar distiquiasis. Algunos fármacos, como docetaxel, también pueden causar esto. Esto ocurre por inflamación y fibrosis en los párpados.
Síntomas y signos clínicos
Las pestañas ectópicas pueden no causar síntomas en algunas personas. Esto sucede especialmente si son muy finas o si la sensibilidad ocular es baja. Pero en muchos casos, causan irritación ocular por el roce continuo. Los pacientes experimentan lagrimeo excesivo, sensación de cuerpo extraño y enrojecimiento en los ojos.
Algunos también sienten fotofobia (sensibilidad a la luz). Si las pestañas causan daño, puede haber dolor ocular. Si no se trata, esto puede llevar a complicaciones graves en la superficie ocular.
Estas pueden incluir queratitis puntata o úlceras corneales que afectan la visión. Estas lesiones pueden dejar opacidades corneales que reducen la agudeza visual.
En la exploración clínica, se ve el crecimiento anómalo de pestañas. Se pueden ver una segunda fila de pestañas emergiendo de los orificios de las glándulas de Meibomio en el margen palpebral. Estas pestañas son más cortas, finas y a veces despigmentadas que las normales. Esto hace que sean difíciles de ver sin ayuda de lentes de aumento.
La mayoría de las veces, afecta ambos ojos. Puede verse en el párpado superior o inferior. En algunos casos, todas las cuatro pestañas pueden estar afectadas, aunque también puede ser solo un ojo. El número de pestañas extra varía, desde pocas hasta decenas en el párpado.
En el distiquiasis congénito, las pestañas adicionales son suaves en niños. No causan problemas hasta que el niño crece y las pestañas se vuelven más rígidas después de los 4-5 años. El médico busca signos indirectos como abrasiones corneales y cicatrices corneales leves por el roce repetido.
Diagnóstico
El diagnóstico de la distiquiasis es principalmente clínico. Se hace con un examen oftalmológico minucioso. Se buscan pestañas extra en los párpados y la superficie ocular.
El especialista usa luz especial o lámpara de hendidura para ver bien. Esto ayuda a encontrar pestañas que salen de donde no deberían. Esto confirma que es distiquiasis, no otra condición.
La distiquiasis se distingue de la triquiasis porque hay pestañas extra. En la triquiasis, las pestañas están mal orientadas pero vienen de su lugar. En la distiquiasis, las pestañas extra vienen de lugares inusuales.
Es importante saber que la distiquiasis no es lo mismo que el entropión. En el entropión, el párpado se vuelve hacia adentro y puede dañar la córnea. El tratamiento para ambos es diferente.
Normalmente, no se necesitan pruebas de laboratorio ni imágenes para diagnosticar la distiquiasis. La observación directa es suficiente para hacer el diagnóstico.
Es crucial evaluar la integridad de la córnea al diagnosticar. Se usa fluoresceína para mostrar daños epiteliales por las pestañas. Identificar rápidamente erosiones o úlceras es vital para proteger la córnea.
Una vez confirmada la distiquiasis, es esencial buscar las causas subyacentes. En casos adquiridos, se buscan cicatrices conjuntivales y otros signos de enfermedad ocular. Esto puede indicar enfermedades como el síndrome de Stevens-Johnson o penfigoide cicatricial.
En distiquiasis congénita, se debe pensar en síndromes sistémicos. Por ejemplo, distiquiasis y linfedema en piernas sugieren el síndrome de linfedema-distiquiasis. En estos casos, se recomienda pruebas genéticas y consultas con especialistas para un manejo completo.
Tratamiento conservador
La forma de tratar la distiquiasis depende de la severidad de los síntomas. Si los síntomas son leves, como pocas pestañas extrañas y mínima irritación, se pueden usar medidas conservadoras. Estas no son quirúrgicas y buscan aliviar los síntomas y proteger el ojo.
Una de las primeras acciones es la lubricación ocular intensa. Usar lágrimas artificiales y pomadas oftálmicas ayuda a reducir la fricción. Mantienen el ojo húmedo y lubricado, lo que alivia la irritación.
Además, se pueden usar lentes de contacto blandos terapéuticos como una barrera. Cubren la córnea, protegiéndola del roce de las pestañas. Esto ayuda mientras se busca el tratamiento definitivo.
Estas soluciones temporales no eliminan las pestañas extrañas. Pero pueden evitar lesiones mientras se decide el tratamiento final.
Una solución temporal para eliminar las pestañas ectópicas es la epilación mecánica. Se usan pinzas bajo magnificación para arrancar las pestañas anómalas. Esto brinda un alivio inmediato, pero las pestañas vuelven a crecer en pocas semanas.
Según, vuelven a aparecer en 2–6 semanas. Por eso, la epilación repetida puede ser necesaria. Para una eliminación duradera, existen procedimientos ablativos focales.
Estos incluyen la electrólisis con aguja, la crioterapia y la fotocoagulación con láser. Por ejemplo, el láser de argón se usa para destruir los folículos. Todas estas técnicas pueden eliminar las pestañas existentes y tratar de impedir su re-crecimiento.
No obstante, ninguna garantiza resultados permanentes. A menudo se necesitan múltiples sesiones. La recurrencia de pestañas es común con el tiempo.
La eficacia de las distintas modalidades conservadoras varía. La crioterapia del párpado puede destruir más folículos en un solo tratamiento. Esto logra una eliminación más extensa de pestañas inicialmente.
Por otro lado, la electrólisis destruye los folículos de manera más focal. Sin embargo, puede dejar algunos indemnes. Esto se debe a que la electrólisis es menos agresiva que la crioterapia.
El láser, como el láser de argón, es menos agresivo. Puede requerir repetición y su eficacia a largo plazo es variable. Es importante señalar que la crioterapia palpebral puede causar riesgos.
Puede provocar despigmentación de la piel del párpado y cicatrización adicional. También puede causar complicaciones como entropión si se aplica de forma excesiva. En pacientes con enfermedades cicatriciales severas, procedimientos como la crioterapia pueden agravar la inflamación y el daño en la superficie ocular.
Por lo tanto, se usan con precaución. Las opciones no quirúrgicas muchas veces no logran resultados definitivos. El oftalmólogo evaluará caso por caso la conveniencia de repetir estos procedimientos o pasar a una intervención quirúrgica.
Tratamiento quirúrgico
Cuando las medidas conservadoras son insuficientes, se recurre al tratamiento quirúrgico. Esto es especialmente así en casos con numerosas pestañas distiquiáticas que causan erosiones corneales persistentes. También en aquellos con recurrencias constantes.
Existe una variedad de técnicas quirúrgicas. Van desde cirugías mínimamente invasivas hasta reconstrucciones palpebrales. La elección depende de la gravedad y distribución de la distiquiasis.
Una técnica clásica para tratar la distiquiasis es la división lamelar del párpado con crioterapia. Este método fue descrito por Anderson y otros. Se hace una incisión en la línea gris del párpado, separando la piel del músculo orbicular de la tarso y conjuntiva.
Con el párpado dividido, se aplica crioterapia en la parte interna. Esto congelando y descongelando la zona hasta –20 °C para eliminar los folículos aberrantes. Luego, se vuelve a unir y se sutura el párpado como antes.
Esta técnica elimina los folículos y rotula el borde del párpado. Así, si alguna pestaña sobrevive, se orienta menos dañinamente. Los resultados son buenos en la mitad de los casos, según Anderson.
En su serie, el 54% de los párpados tratados se quedaron sin pestañas problemáticas. Pero el ~46% tuvo que hacerse más tratamientos. Esto incluye más sesiones de crioterapia o epilación de pestañas residuales.
En casos de distiquiasis secundario a enfermedades severas, el éxito es menor. La inflamación subyacente puede causar recurrencias. Además, la crioterapia puede dañar temporalmente la superficie ocular.
Una opción quirúrgica útil es la resección del margen tarsal. Se extirpa una parte del tarso y los folículos pilosos anómalos. Luego, se puede usar un injerto de mucosa para reconstruir el párpado y evitar cicatrices grandes.
La marginectomía tarsal con injerto de mucosa ha dado buenos resultados. Elimina las pestañas adicionales en muchos casos de distiquiasis. Este método es curativo, pero puede tener riesgos estéticos y funcionales.
Para casos menos extensos, se puede optar por la excisión directa de las pestañas bajo microscopio. Se hacen pequeñas incisiones o ablaciones para cada folículo. Esto puede usarse con dispositivos de magnificación para localizar y remover los folículos selectivamente.
Si la distiquiasis va con malposiciones palpebrales, se debe operar ambas cosas al mismo tiempo. A veces, se necesita una cirugía de entropión clásica. Esto es para evitar que las pestañas toquen la córnea.
No hay una sola técnica quirúrgica que funcione para todos en casos de distiquiasis. A veces, incluso con operaciones largas, las pestañas pueden volver. Esto sucede si quedan células madre o si nuevos folículos se activan.
Es clave seguir al paciente a largo plazo. A veces, se necesitan más sesiones para evitar la irritación. La decisión de qué operación usar depende de cómo sea el caso y de quién sea el paciente.
Por ejemplo, en casos de distiquiasis desde el nacimiento, se puede operar pronto. Pero en casos que vienen después de enfermedades como el penfigoide cicatricial, se puede ser más cuidadoso. Se pueden usar injertos de mucosa para evitar más daño.
El tratamiento de la distiquiasis debe ser personalizado. En casos difíciles, es mejor trabajar con varios especialistas. Esto incluye oftalmólogos, oculoplásticos, genetistas y dermatólogos.
Con las técnicas actuales, se pueden aliviar mucho las molestias de la distiquiasis. Se pueden evitar daños en el ojo. Esto se logra combinando tratamientos conservadores y quirúrgicos, siempre con la mejor evidencia médica.
Deja una respuesta
Quizás te pueda interesar: